El Rostro de Cristo: La Misteriosa Fusión de Fe y Piedra en el Desierto de Majes.
En contraste con los diseños preincaicos de Toro Muerto, encontramos una figura de singular fascinación: El Rostro de Cristo.
Ubicado en la ladera de un cerro, este petroglifo ha sido objeto de leyendas y asombro debido a su notable parecido con el ícono de Jesús. Aunque se especula sobre su datación exacta, su presencia genera un diálogo intrigante entre lo ancestral y lo colonial.
Para muchos visitantes, subir a contemplar esta obra no solo es un acto de turismo, sino una peregrinación que conecta la historia del valle con la fe. Es un excelente ejemplo de cómo la tierra de Majes sigue siendo un lienzo donde se graban historias y creencias a través de los siglos.
¿Coincidencia o milagro? Ven y saca tus propias conclusiones.
Imagen extraída de: MINCETUR